miércoles, 10 de septiembre de 2008

Ciencia e ingeniería

   La ciencia trata de poder predecir fenómenos en la naturaleza a partir de leyes lo más simples y formales que sea posible, por eso las matemáticas son su lenguaje preferido. Se acumulan datos y experiencias para poder ordenar jerárquicamente las leyes y sistemas propuestos en función de cuántos hechos puede explicar cada uno y así tener un criterio con el que desechar unas teorias y aceptar otras.

   Entre la ciencia y la ingeniería está el fin (o los fines). Con las leyes de la ciencia se construyen métodos que nos dictan cómo actuar en el universo para obtener un fin determinado. Estos métodos componen la ingeniería.

   De esta forma, no es necesario aceptar al mundo como un cosmos - que se rija por unas leyes universales - para construir una ciencia, pues la ingeniería misma justifica la existencia (o la creación, si se prefiere) de la ciencia. Dicho de otro modo, que el universo no se rija por leyes (y menos por las que nosotros tomamos por ciertas) no es razón suficiente para que dejemos de aceptarlas: somos deterministas por necesidad.

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